fundación GRATIS DATE

Gratis lo recibisteis, dadlo gratis

Jueves, XXVI semana

Filipenses 3,1-16

Que Jesucristo os haga crecer en la fe y en la verdad

San Policarpo

Carta a los Filipenses 12,1-14

Estoy seguro de que estáis bien instruidos en las sagra­das Escrituras y de que nada de ellas se os oculta; a mí, en cambio, no me ha sido concedida esta gracia. Según lo que se dice en estas mismas Escrituras, si os indignáis, no lleguéis a pecar: que la puesta del sol no os sorprenda en vuestro enojo. Dichoso quien lo recuerde; yo creo que vosotros lo hacéis así.

Que Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, y el mis­mo Jesucristo, pontífice eterno e Hijo de Dios, os hagan crecer en la fe y en la verdad con toda dulzura y sin ira alguna, en paciencia y en longanimidad, en tolerancia y castidad; que él os dé parte en la herencia de los santos, y, con vosotros, a nosotros, así como a todos aquellos que están bajo el cielo y han de creer en nuestro Señor Jesucristo y en su Padre que lo resucitó de entre los muertos.

Orad por todos los santos. Orad también por los reyes, por los que ejercen autoridad, por los príncipes y por los que os persiguen y os odian, y por los enemigos de la cruz; así vuestro fruto será manifiesto a todos, y vosotros seréis perfectos en él.

Me escribisteis, tanto vosotros como Ignacio, pidiéndo­me que, si alguien va a Siria, lleve aquellas cartas que yo mismo os escribí; lo haré, ya sea yo personalmente, ya por medio de un legado, cuando encuentre una ocasión favorable.

Como me lo habéis pedido, os enviamos las cartas de Ignacio, tanto las que nos escribió a nosotros como las otras suyas que teníamos en nuestro poder; os las manda­mos juntamente con esta carta, y podréis sin duda sacar de ellas gran provecho, pues están llenas de fe, de pacien­cia y de toda edificación en lo que se refiere a nuestro Señor. Comunicadnos, por vuestra parte, todo cuanto sepáis de cierto sobre Ignacio y sus compañeros.

Os he escrito estas cosas por medio de Crescente, a quien siempre os recomendé y a quien ahora os recomien­do de nuevo. Entre nosotros se comporta de una manera irreprochable, y lo mismo, espero, hará entre vosotros. Os recomiendo también a su hermana para cuando venga a vosotros.

Estad firmes en el Señor Jesucristo, y que su gracia esté con todos los vuestros. Amén.